Hay algunos temas
que nos obsesionan. Hemos vuelto sobre ellos mientras caminamos cualquier
tarde, mientras miramos el paisaje helado del otoño, mientras pensamos que otra
vez giró la tierra, o mientras dormimos. No terminamos de pensar en eso. Para mí desde hace muchos años, sigue
fascinándome la realidad. No me convence
pensar que una cosa es la realidad y otra el sueño o la imaginación. ¿Cuál es
la diferencia? En algunos casos estamos despiertos, y en otros decimos que
estamos dormidos.
Veamos, dormidos
es cuando nos acostamos y cerramos los ojos, ya preparados para ingresar a un
ámbito familiar, no por eso fácilmente comprensible. Preparamos el entorno,
luces apagadas, el mayor silencio, el cuerpo en reposo. Cerrar los ojos y que
nuestra mente se llene de imágenes. ¿No es fascinante? ¿Y por qué nos atrevemos
a decir que lo que vivimos en el sueño no es realidad? Vemos personas y
situaciones que pueden sobrepasar o no las leyes de la física y lo que decimos
que es normal, nos preocupamos o nos regocijamos y cuando en la mañana abrimos
los ojos, el peso de lo vivido nos
estará signando durante las próximas horas. Lo mismo puede decirse de lo
contrario, lo que vivimos cuando estamos despiertos signará lo que vivamos
mientras estemos dormidos.
Tampoco cuando
estamos de este lado sabemos lo que ocurrirá. La única diferencia aceptable es
que en una parte transcurrimos a partir de nuestros cuerpos, y en la otra
dejamos el cuerpo en reposo, como muerto, y seguimos adelante. Parece que somos
duales, como muchas cosas en el mundo. Una parte del cuerpo es reflejo de la
otra, lo que es arriba es abajo y así también la realidad.
Como muertos.
¿Qué significa exactamente eso? Que el cuerpo no despertará más a esta
realidad, que se diluirá y terminará desapareciendo. ¿De algún modo eso puede
ser señal de que se haya terminado la realidad?
Por otro lado están los recuerdos, que nos gusta calificar como fuera de la realidad. Eso fue "antes". Muy bien. ¿Antes? Medimos nuestras vidas según el lapso en que estamos en la situación que llamamos dormidos y luego volvemos a la realidad. Allí nos gusta decir que ha transcurrido el tiempo. Eso se prueba porque tenemos memoria y también creemos eso porque nuestro cuerpo se marchita. En eso está la prueba, decimos nosotros, de que el tiempo ha pasado. Realmente esta prueba funcionará para lo inmortal? No, verdad? Funciona porque somos perentorios. Quiero insistir en que nos estamos perdiendo de algo. Tengo la sensación de que nada importa realmente, de que estoy aquí escribiendo esto y no hay antes ni después, ni arriba ni abajo, ni sueño y vigilia. Esas son razones que nos gusta darnos para creer que entendemos mejor las cosas. Pero no puedo dejar de pensar en esto.
Mira cómo ha girado la tierra y ya los árboles se pusieron amarillos y rojos. Es sobrecogedor y tristísimo. El tiempo ha pasado. El tiempo ha pasado para mi. Eso es una verdad.
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