Gato y yo fuimos hermanos en el pasado,
Y más que hermanos
Fuimos como la imagen tras la ventana
la fotografía que nos devuelve
Algo que parece ser, o que tal vez fue en algún momento
En otra parte.
Gato solía acompañarme en mi cabeza,
Detrás de los ojos,
En mis recorridos artesanales
Por fingidas calles parisinas
Que no eran en Paris
Y ni siquiera en Europa
Pero igual nos deleitaba ese mareo incierto
La incertidumbre, diré mejor
De brincar elegantemente como si tuvieras sombrero
aunque solo de pelambre gris se tratase.
Ya se fue ese tiempo.
Cerré la puerta de mi casa y me quedé del lado de adentro.
Ahora, aunque nada de eso exista, nadie podrá decirme que no hubo gato o que no estuvimos rondándonos
En otro lugar, hace muchísimo tiempo.